Podría decirse que esta película es un tanto pesimista, pero creíble y, aunque no coincide con el entorno en el que nos movemos, somos perfectamente conscientes de que esa realidad está ahí.
El protagonista de la película presenta a un profesor entregado, que planta cara a la realidad en la que vive. En nuestra opinión es un personaje utópico: luchador y defensor abnegado de sus ideales; buen profesor, director y compañero, que lleva a la práctica el trato con las familias de los alumnos siempre que puede. Por lo visto es muy buen profesor y sabe ganarse a los alumnos, también es respetuoso y comprensivo con sus compañeros... podría decirse que la película muestra como debería ser el profesor perfecto pero, por otro lado, la actitud que muestra hacia sus alumnos es, en algunos momentos, demasiado paternal (les besa, les coge en brazos...) lo cual puede llevar a que los niños se confundan en ese aspecto.
En la película es fácil diferenciar los distintos contextos del desarrollo que establece Bronfenbrenner: dentro del microsistema podríamos diferenciar entre la escuela y la familia de los niños: en el colegio, con pocos medios para hacer frente a los problemas de los niños, el director presenta un carácter luchador mientras que las maestras, aunque se preocupan por sus alumnos, parecen ser más conformistas. Por su parte, las familias presentan actitudes diversas, desde las que se preocupan por sus hijos y tienen un buen nivel económico, hasta aquellas con una economía escasa o casi nula: la relación que establecen los profesores con los padres de los niños sería el mesosistema. Por otro lado tenemos, dentro del macrosistema de los alumnos, a la administración, que da la sensación de que sólo busca su beneficio y no el de las familias y, por otro lado, están los servicios sociales, desbordados de trabajo por la falta de apoyo económico que reciben de la administración (esto llevará, por ejemplo, a que la madre de Letizia se suicide junto con sus dos hijos a causa del estado de pobreza que estaban viviendo).
Dentro del film podemos ver solidaridad en el momento en que el profesor lleva comida y calefacción a la familia que después se suicidará y compromiso a la hora de luchar por los derechos y el bienestar de sus alumnos. Entrega y afabilidad aparecen, junto con la colaboración, cuando la pareja del director le propone hacer la fiesta del colegio con las botellas de colores y el "desierto" que montan en el gimnasio, ayudados por todos los niños. Pero el director también mostrará su parte dura y, al mismo tiempo firme, cuando se encara con los servicios sociales y la administración por no prestarle ayuda. Un ejemplo claro de integrismo será cuando le piden al padre de Letizia que lleve el camión a la escuela para explicarles a los niños cómo funciona, haciendo de esta manera que el hombre pueda sentirse útil. La irresponsabilidad aparecerá, por ejemplo, cuando el hijo de la novia del director deja las llaves del colegio a los chicos del barrio.
Hola a todas,
ResponderEliminarCuando he llegado a vuestro blog y he dado un vistazo rápido he podido intuir que estaría lleno de grandes reflexiones y opiniones que no me defraudarían y así ha sido. Habéis hecho un excelente trabajo sobre la película y no os habéis dejado nada en el tintero, relación teórica con Bronfenbrenner que era la pregunta que os lanzábamos, conexión con la realidad social y educativa de lo que debe ser un profesor y la escuela, opinión personal, etc. simplemente muy buen trabajo.
SARA