martes, 9 de noviembre de 2010

¿Acelerar el desarrollo cognoscitivo o no?

Esa es la cuestión

De todos los debates que hemos podido ir compartiendo, este se podría considerar el más controvertido.
Por suerte, dentro de nuestro grupo teníamos opiniones a favor de ambas vertientes.
Para poder desarrollar correctamente el blog, haremos un planteamiento de ambas corrientes.

Acelerar el desarrollo cognoscitivo

Para defender esta argumentación empezaremos con una frase que todos conocemos, “de pequeños somos esponjas y tenemos mayor facilidad de aprendizaje”.
Ya que de pequeños, tenemos la ventaja de ir aprendiendo de forma natural a partir de la experimentación, de las explicaciones,  sin bloqueos, evaluaciones o vergüenza (que podamos desarrollar de mayores), ¿por qué no aprovecharlo?
Por ejemplo, si de pequeños empezamos a oír una lengua extranjera o diferente a la materna lo más probable será, que de mayores lo consideraremos algo común, sin vergüenza ni conflictos con nosotros mismos, por desconocer dicha lengua o no saber  expresarnos bien. Con eso, nos referimos a que cuando ya llegamos a primaria y/o secundaria, empezamos a ser conscientes, con la propia adolescencia, pubertad empezamos a sentir vergüenza, intrusismo, los conflictos sobre nuestra identidad y eso nos puede crear un bloqueo e impedir un buen desarrollo cognoscitivo.
Por eso defenderíamos la aceleración, como la opción de ofrecer más conocimientos a los niños, hay que reconocer que no todos los niños tienen las mismas capacidades ni ritmo de desarrollo, pero por eso, existen los refuerzos tanto escolares, familiares o de los propios compañeros y de ellos mismos, claro está.
Dentro de la voluntad de cada cual, se puede llegar a alcanzar grandes metas, si creemos que podemos.

Como contra argumentación ante la NO aceleración del desarrollo cognoscitivo ponemos un ejemplo:
Si un niño le dejamos que vaya desarrollándose a  su tiempo y por ejemplo estamos cuatro días explicando un mismo concepto cuando en realidad sólo sería necesario un día (como algo estandarizado), estamos permitiendo que el niño se relaje y que no se esfuerce. Es verdad, que más vale que aprenda un concepto correctamente. Pero quizás, si el niño aprende el concepto siguiente, le sea más fácil comprender ése concepto que tardo cuatro días en comprender.

A menudo sucede, que te explican un concepto, un conocimiento u otros, varias veces consecutivas y aún así no se logra comprender. Y si aceleramos el desarrollo y explicamos el concepto siguiente es posible que nos sea más fácil comprender el anterior.

La aceleración no es eficaz

¿Queremos crear máquinas que respondan, sí o no, porque así les hemos enseñado?
Es una frase fuerte y complicada. Pero realmente, a un niño que pretendemos acelerar su desarrollo cognoscitivo y que aprenda más de lo que debería, sin tan si quiera comprender lo que está aprendiendo, ¿de verdad resulta factible?
La no aceleración, permite que los niños vaya a aprendiendo a su ritmo, pero comprendiendo aquello que están aprendiendo.
Está claro que un niño crece viendo a los familiares, profesores y ambiente en que desarrolla, pero es más lógico permitir que un niño comprenda en qué ambiente se desarrolla antes de saber, por ejemplo que en el mundo hay seis continentes, sin saber tan si quiera que es un continente.
Hay que permitir que el niño vaya aprendiendo según lo que ve e ir desarrollando su mente y nivel de comprensión. Así, será capaz de tener su propia opinión y poder reflexionar sobre una cuestión o cualquier conflicto que se le presente.


En definitiva…

Lo que está claro es que los extremos no son buenos, por lo que posicionarse completamente en una u otra teoría no sería lo más acertado. Pensamos que lo preferible es una posición intermedia: acelerar el desarrollo cognoscitivo a aquellos niños que vayan más adelantados y no acelerarlo a aquellos que les cueste más llevar a cabo el proceso de aprendizaje, pues un aceleramiento les puede conllevar frustraciones y dificultarles aún más este aprendizaje.


martes, 26 de octubre de 2010

Hoy empieza todo

Podría decirse que esta película es un tanto pesimista, pero creíble y, aunque no coincide con el entorno en el que nos movemos, somos perfectamente conscientes de que esa realidad está ahí.
El protagonista de la película presenta a un profesor entregado, que planta cara a la realidad en la que vive. En nuestra opinión es un personaje utópico: luchador y defensor abnegado de sus ideales; buen profesor, director y compañero, que lleva a la práctica el trato con las familias de los alumnos siempre que puede. Por lo visto es muy buen profesor y sabe ganarse a los alumnos, también es respetuoso y comprensivo con sus compañeros... podría decirse que la película muestra como debería ser el profesor perfecto pero, por otro lado, la actitud que muestra hacia sus alumnos es, en algunos momentos, demasiado paternal (les besa, les coge en brazos...) lo cual puede llevar a que los niños se confundan en ese aspecto.

En la película es fácil diferenciar los distintos contextos del desarrollo que establece Bronfenbrenner: dentro del microsistema podríamos diferenciar entre la escuela y la familia de los niños: en el colegio, con pocos medios para hacer frente a los problemas de los niños, el director presenta un carácter luchador mientras que las maestras, aunque se preocupan por sus alumnos, parecen ser más conformistas. Por su parte, las familias presentan actitudes diversas, desde las que se preocupan por sus hijos y tienen un buen nivel económico, hasta aquellas con una economía escasa o casi nula: la relación que establecen los profesores con los padres de los niños sería el mesosistema. Por otro lado tenemos, dentro del macrosistema de los alumnos, a la administración, que da la sensación de que sólo busca su beneficio y no el de las familias y, por otro lado, están los servicios sociales, desbordados de trabajo por la falta de apoyo económico que reciben de la administración (esto llevará, por ejemplo, a que la madre de Letizia se suicide junto con sus dos hijos a causa del estado de pobreza que estaban viviendo).

Dentro del film podemos ver solidaridad en el momento en que el profesor lleva comida y calefacción a la familia que después se suicidará y compromiso a la hora de luchar por los derechos y el bienestar de sus alumnos. Entrega y afabilidad aparecen, junto con la colaboración, cuando la pareja del director le propone hacer la fiesta del colegio con las botellas de colores y el "desierto" que montan en el gimnasio, ayudados por todos los niños. Pero el director también mostrará su parte dura y, al mismo tiempo firme, cuando se encara con los servicios sociales y la administración por no prestarle ayuda. Un ejemplo claro de integrismo será cuando le piden al padre de Letizia que lleve el camión a la escuela para explicarles a los niños cómo funciona, haciendo de esta manera que el hombre pueda sentirse útil. La irresponsabilidad aparecerá, por ejemplo, cuando el hijo de la novia del director deja las llaves del colegio a los chicos del barrio.

viernes, 15 de octubre de 2010

Las tres polémicas sobre el desarrollo



Vamos a agrupar las tres polémicas sobre el desarrollo (herencia-ambiente; continuidad-discontinuidad; reversibilidad-irreversibilidad) en dos teorías.
La primera teoría en nuestra opinión estaría formada por la herencia, lo cual implica que es irreversible pues al ser genético, va intrínseco en la persona y no se puede cambiar (porque hablamos del código genético) y discontinuo, ya que siguiendo al perfil genético, el cuerpo cumpliría unos determinados ciclos de acuerdo a nuestro reloj biológico (pubertad, madurez, ciclo del sueño...)
La segunda teoría incluiría la influencia del ambiente, lo cual implicaría que los cambios en el individuo fuesen reversibles (pues cambiarán dependiendo del ambiente en el que se mueva) y continuo, ya que a base de las experiencias que viva se irá desarrollando la personalidad del individuo (una experiencia o adquisición de conocimientos lleva a otros)
Después de haber analizado estas dos posibles teorías y teniendo en cuenta que ambas influyen en la formación de las personas, pensamos que tiene más peso la segunda, aunque se influyen mutuamente.
De acuerdo con esto, citamos como ejemplo la historia de Marcos Rodríguez, un niño que se crió entre lobos durante doce años (de los siete a los diecinueve) y posteriormente siendo insertado en la sociedad. Aquí se aprecia la gran importancia e influencia que tiene el ambiente en el desarrollo de la persona, así como la herencia, pues con siete años mostró una gran resistencia e inteligencia.

viernes, 1 de octubre de 2010

Binta y la gran idea


¿Estamos seguros de que nuestra sociedad es la más avanzada? A continuación vamos a reflexionar sobre un corto titulado Binta y la gran idea, la cual trata temas diversos desde un punto de vista diferente.

DOS CULTURAS:
Todo el corto se desarrolla en su mayor parte en una aldea subsahariana, donde se nos muestra una sociedad con su propia cultura y tradiciones, pero que no se cierra al desarrollo y la educación.
Es una cultura familiar, donde todos se ayudan unos a otros, a pesar de los pocos recursos de los que disponen. Un ejemplo de esto es el hecho de que aunque cada uno tiene su propia parcela, todos recogen el arroz juntos y comparten lo obtenido.

En la película aparece también el término tubab, con el que la gente de la aldea hace referencia a aquellos países del primer mundo mas avanzados. Es una cultura completamente diferente, donde la tecnología ha hecho que la obtención de recursos haga que "los tubab ya no necesitan preocuparse de los otros". Aquí aparece claramente una denuncia social: ellos, que no tienen a penas recursos, son más felices a nivel humano y mucho más solidarios que aquellos que tienen mucho, ya que estos últimos se preocupan sobre todo de sus posesiones y riquezas.

Ante esta situación, el padre de Binta, la niña que va contando lo que sucede en la aldea, descubre la gran diferencia entre ambas culturas, la "decadencia" humana, individualista, de lo que llamamos primer mundo y, en contraste, la aldea: más pobre, pero también más unida. Ante esto se le ocurre la idea de adoptar un niño tubab, suponemos que ya de una cierta edad (dice que lo quiere "destetado") para educarle en su cultura y darle la oportunidad de ser feliz y crecer como persona, de manera que un día pueda volver al mundo tubab y utilizar esos valores para demostrar, a esa sociedad individualista, donde está la verdadera felicidad. Creemos que es muy posible que, al mismo tiempo, el hombre busca que el niño les muestre la cultura tubab, es decir, el desarrollo pero sin perder los valores de solidaridad -como los pájaros, que "cogen lo mejor del norte y lo mejor del sur"-.

EDUCACIÓN:
Por otro lado, también se puede destacar la creatividad de los niños del colegio, ya que como no disponen a penas de juguetes utilizan su imaginación para divertirse y aprender, disfrutando juntos de una manera sorprendente.
En contraste con esto, se nos presenta la situación de Soda, prima de Binta, a la que su padre no le deja ir a la escuela, a pesar del gran deseo que tiene ella de hacerlo, porque piensa que la función de la mujer es quedarse en casa a trabajar. Creemos que actúa así, en parte, porque esa ha sido su educación desde niño y, por otra parte, por miedo a que esa educación implique una pérdida de su cultura, quedando esta sustituida por la del primer mundo.

En conclusión, podemos destacar la gran importancia que tiene el ambiente y la sociedad en la forma en que un individuo crece y se desarrolla, formando su personalidad.